sábado, 16 de abril de 2016

Las marcas que buscan que te odies a ti mismo

"Marrones marrones -enfatizaba una publicidad de tintura, allá en mi adolescencia- sin esos espantosos reflejos rojizos". Lo recordé hoy al leer esta nota en Yahoo.



A los 40 años, Annick Robinson prefiere no utilizar maquillaje, pues le gusta mostrar su belleza tal como es. Por ello, mientras esperaba su vuelo en un aeropuerto, se sintió atraída por una tienda que ofrecía un jabón completamente natural. Lo que ocurrió después se ha convertido en un éxito viral en las redes sociales.
 
Estrategia de venta
 
Al acercarse a una tienda de belleza del Aeropuerto Internacional de Calgary, en Canadá, Annick fue interceptada por un vendedor. El hombre comenzó por hacerle un cumplido: “Tu piel se ve muy natural, no estás usando maquillaje, ¿verdad?”.
Calculó la edad de la mujer para después intentar venderle una crema anti-edad y así contrarrestar las arrugas de su rostro. Fue entonces cuando ella respondió: “¿Qué hay de malo que una mujer se vea de 40 años?”.
El vendedor no se esperaba la respuesta de esta mujer.
 
El hombre cambió su estrategia de venta e hizo a un lado el tema de las arrugas. Observó más de cerca a Annick y le aseguró que la crema que vende también podría ayudarla con las bolsas que tiene bajo los ojos.
La respuesta de la mujer fue aún más contundente:
“¿Qué hay de malo en mis ojos? Tengo un bebé en casa y no he dormido en dos años. Por lo tanto, tengo bolsas y estoy orgullosa de tenerlas. A mi marido y a mí nos causa mucha gracia, y a él le encanta cómo me veo… Creo que no necesito su crema”, le dijo.
La conversación entre ambos fue publicada por Annick en su cuenta de Facebook, con un claro mensaje: “La vejez es un privilegio que negamos demasiado, y yo no aprecio ni tu marketing, ni tus productos, ni tus técnicas de venta, que denigran a la mujer mayor. Gracias, pero no quiero ni necesito tu crema”, agregó en su publicación.
 
Reacción en las redes sociales
 
La publicación de esta mujer se ha convertido en todo un fenómeno viral. Tiene más de 35 mil Me gusta, casi 3 mil comentarios y se ha compartido más de 33 mil veces.
Tras la reacción de las redes sociales, la mujer aprovechó para publicar una actualización sobre este post y aclarar que no es algo personal contra el vendedor de cremas. “Estoy segura que es muy bueno en su trabajo. El problema es una industria de billones de dólares que depende de mujeres que se odian a sí mismas”.
Al final, Annick propuso tomar acciones. “Vamos a iniciar un movimiento que le diga ‘No’ a las marcas que buscan que te odies a ti mismo para comprar sus productos. No les des ni un dólar más”, escribió.
Y respecto a aquellos comentarios que aseguraban que la mujer había sido grosera con el vendedor, respondió: “No se preocupen, el tono en que se lo dije no se aprecia muy bien en la transcripción. Pero soy canadiense, después de todo. Fui muy, pero muy cortés”, aseguró.

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