martes, 16 de septiembre de 2014

Relatos salvajes

Relatos salvajes

Y fuimos a ver Relatos salvajes, al fin. A tres pesitos la entrada, pueden creer? Me gustó mucho, la recomiendo calurosamente.

Ahora veo posibles relatos salvajes por todos lados.

Por ejemplo, una señora toca el timbre en el colectivo. Se prende al timbre, en realidad. "Mirá que te toqué en la parada, ehhh???", dice irritada. El chofer la mira por el espejo y parece demorar lo suyo en detener el colectivo y abrir la puerta.

Por ejemplo, viajamos con una amiga en su auto. Otro automovilista le cierra el paso, mi amiga se adelanta y le hace un gesto obsceno por la ventanilla. No, no el fuck you, el otro.

Por ejemplo, un automovilista que va hablando por celular encierra al Hombre, que circula en bici. Igualados ante un semáforo, el Hombre increpa: "¡Hijo de puta! ¿Sos pelotudo vos, querés matarme?"

No podemos saber qué día está teniendo el otro. Puede ser un "Bombita", a quien la mujer acaba de comunicar que desea separarse.

Nadie muere en las vísperas (Menem dixit)

El tipo (usted, yo) enciende el motor y siente un poco de frío. Lo apaga y baja del auto para buscar una campera a su departamento. Cuando vuelve, no encuentra el auto. Está treinta metros más allá, hecho un acordeón, arrastrado por un colectivo sin control.



El templo

A veces hay situaciones insalvables. Esas que obligan a rezar: "Dios ayudame, estoy acá". ¿A qué templo acudir cuando ninguno da respuesta? Anoche pedí soñarla.

Y la respuesta llegó, clara y sonora: "El templo es el ahora". Este instante y éste y éste.
Buenos lugares para quedarse.

2 comentarios:

  1. Para el templo:
    "Toda la porción de nuestra vida que queda tras nosotros pertenece al dominio de la muerte.
    Todos nos creemos obligados al agradecimiento por aquellas cosas pequeñas y despreciables, de cuya pérdida nos podemos recuperar, pero no nos creemos en deuda por haber recibido el tiempo que es la única cosa que, ni agradeciéndola, podríamos ganar de nuevo.
    Dice un antiguo proverbio que el gladiador planea la lucha sobre la misma arena.
    Una de las primeras manifestaciones con que un alma bien ordenada revela serlo es su capacidad de poder fijarse en un lugar y de morar consigo misma.

    Una de las primeras manifestaciones con que un alma bien ordenada revela serlo es su capacidad de poder fijarse en un lugar y de morar consigo misma."

    (leído en el blog de María: http://loescriboportubien.blogspot.com.ar/2014/09/seneca-lucilio-sobre-la-buena-vida.html

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  2. El ahora y la belleza, si conviene elegir algún lugar (¡gracias!)

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