lunes, 22 de julio de 2013
El capital cultural
Bourdieu, que de él se trata, habla del capital económico, el capital social, el capital cultural y el capital simbólico que afecta todos los demás porque tiene que ver con el prestigio logrado por atributos morales.
Ayer mismo me dieron un ejemplo cabal de lo que constituye el capital cultural. Un señor, con el que suelo charlar cada domingo, me contó de Chunchuna Villafañe viviendo en el exilio. Corría el año 1979, no tenía un mango partido al medio, pero se sentía preparada para salir adelante. Por esos días había estado retorciendo medias de nylon e insertándoles monedas y cosas así... con toda esa locura y su alma de india, se tejió un suéter. Caminando por la calle se cruzó con Yves Saint Laurent (¡Yves Saint Laurent!) quien se detuvo en seco y recorriéndola con la mirada, ofreció comprárselo. Ella respondió, en perfecto francés, algo así como "ni loca, acabo de terminarlo". Él insistió y ella volvió a decir que no, que la disculpara, que iba a hacer unas compras. "La acompaño", dijo él, seguidor como pocos. Y le propuso trabajar juntos. Ella entonces agradeció internamente a su madre por haberle dado su bagaje cultural, el mismo que le permitiera crear algo tan auténtico como para cautivar a uno de los más grandes diseñadores de moda.
Los nuevos suéteres fueron tejidos con "...lanas, medias, trapos, cosas que encontraba en los mercados de pulgas, lentejuelas, piedras, objetos y aplicaciones de pequeños tapices", describió en una serie de respuestas dadas a Fernando Castro Nevares, de La Nación. Cada uno llevó un mes de placentera labor, se pusieron a la venta en un local de Les Halles (París) y los compraron talentos como Annie Girardot y Alain Cuny.
"No saben la plata que empezó a entrar", contó Chunchuna alguna vez. Y lo contó de una manera que a sus oyentes se les llenaron los ojos de lágrimas. La misma sensibilidad la hace estar atenta a las plantas de porte magnífico que crecen en los baldíos, especies que no suelen encontrarse en los viveros. "Tengo que venir con la pala", se dice al verlas.
Bourdieu, que de él se trata, sostiene que a los pibes de clase baja hay que educarlos más y mejor, porque en sus casas no se leen buenos libros, ni se escucha buena música, ni se disfruta del arte en general. Por tanto corren con desventaja desde el vamos, carecen de capital cultural o, dicho de otra forma, de recursos de naturaleza cultural. Se suele decir que un alumno es más inteligente que otro. Sería más exacto -y también más justo- aclarar que probablemente disponga de más capitales. Para que la escuela iguale, hace falta mucho.
"A partir de aquí puede entenderse la relación entre capital y poder. La relación de fuerzas resultante de la desigual distribución del capital en cuestión es lo que define las posiciones dominantes y dominadas dentro de un campo y, por lo tanto, la capacidad de ejercer un poder y una influencia sobre otros. Con otras palabras: el hecho de disponer personalmente de bienes económicos y culturales es fuente de poder con respecto a los que los poseen en menor medida o simplemente carecen de ellos".
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Claro como el agua clara.
ResponderEliminarQué linda Chunchuna con sus ojos azules, su pelo blanco, su cara llena de arrugas y su sonrisa relajada, dejando que la cámara capture sin pudor el tiempo que pasó por su vida.
Falta mucho. Hace falta mucho, sí.
Sí, y qué bestiuna yo, escribir "Chunchuña". Hablando del capital cultural y todo eso.
ResponderEliminarPor ahí anda Juana Molina luciendo un tejido sobre su pilcha monacal, algo blanco al crochet. No pongo el link porque no resulta, pero si buscás "Chunchuna e hija" aparece. Otra talentosa, qué don para registrar tonos y modismos.
Que lindo leerla Maia, como siempre.
ResponderEliminarUd. empieza el post diciendo " Bourdieu, que de él se trata..." y yo como salame pensando:
Noooo, que parecido a Chunchuna Villafañe que es!!! (le juro).
Y bué, después leí todo y me tranquilizó saber que Chunchuna hay una sola.
jajaja! Nayru, ud también es única.
ResponderEliminarEs que tampoco estaba segura que la de la foto sea Chunchuna! Y hasta la vestimenta daba para pensar que podría ser un pensador loco!
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