miércoles, 18 de diciembre de 2013
Sin luz
No se entiende palabra de lo que dice, la señora es china. Así y todo, no hace falta ser una lumbrera para comprender su reclamo, con voz furiosa agita un papel frente a la ventanilla enrejada de Edesur. Una Edesur con las persianas quemadas durante el piquete de anoche, cuando todo el barrio se quedó sin luz. Sin luz significa sin teléfono, sin televisor, sin Internet, sin ascensor, sin ventilador... sin agua. Intentando no abrir la heladera. Qué hace ese boludo avanzando con tanta imprudencia, pienso observando a un automovilista desde la ventana de la cocina. No, no es un imprudente, el semáforo está cortado.
Estamos en medio de una socialización forzada a la entrada misma del edificio, no se aguanta el calor puertas adentro. Alguien alumbra con una luz de emergencia, hay un par de gaseosas dando vueltas, una mamá joven ironiza sobre el hecho de que por fin la sacan a cenar afuera. La luz vuelve una hora más tarde (está cortada desde las cinco), pero igualmente subimos por la escalera, no es aconsejable el ascensor todavía.
"¡La puta madre, carajo!", de desahoga un vecino en la calle ante el segundo corte.
En esta nueva mañana, el barrio se siente triste. Dos empleados manipulan en la vereda los grupos electrógenos de carnicerías contiguas. En la vidriera de una panadería a oscuras, en cambio, las tortas se licúan ante nuestros ojos. Ingreso a una boutique, la encargada me pide disculpas por la falta de luz. No importa (respondo desde el probador), discúlpeme ud si le transpiro la ropa, me bañé hace sólo una hora, pero este calor es imposible. Las blusas elegidas -hermosas, finas, con detalles exclusivos- se me pegan a la espalda como una segunda piel, al quitármelas trabajo con mi respiración para no sufrir claustrofobia.
Una señora comenta, en la cola del correo, que ayer dejó sola a una abuela para la cual trabaja. "Yo no puedo subir once pisos por escalera. Sin luz, imagínese. Sin luz y sin agua, ni siquiera hubiese podido cocinarle, ni lavar los platos, ni nada. Y de ahí me voy a otro trabajo, si no puedo ducharme antes de salir, llego empapada". ¿Y la abuela quedó sola? Sí, hoy también, no tiene marido ni hijos que la atiendan.
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Todo es una tristeza y un maltrato y una impotencia...
ResponderEliminarEstamos muy lejos de ser ese lindo país que pintan los discursos de todos los gobiernos pasados y presentes. Una pena.
ResponderEliminarAyer a las 19 hs. se cortó la luz en casa, volvió hoy cerca de las 17 hs. Esta vez al menos pude regalar todo lo que tenía en la heladera para que alguien lo cocinara y lo comiera. El miércoles pasado llegué a casa a medianoche, y me enteré que había estado sin luz desde las 14 hs. Volvió a la tarde siguiente, y ahí sí tuve que tirar a la basura carne, pollo y todo lo que se había descongelado del freezer, mas los yogurts, fiambres, leche, queso, etc. que había en la heladera. Amén de no poder dormir por el calor insoportable. Sin palabras.
ResponderEliminarMe da lástima la gente que pensaba hacer un dinerito en las fiestas, lejos la mejor época de ventas. Hagan el ejercicio de observar las caras por la calle, hay una tristeza...
ResponderEliminarRecién me enteré que Macri (ligero pa' los mandados) propuso que los edificios tengan su propio grupo electrógeno. Por ley. Una buena medida, podría suponerse. Un buen negocio para los fabricantes, también.
FELIZ NAVIDAD Querida Amiga! Besos también al Hombre.
ResponderEliminar¡Felicidades, muchacha! Le mandamos nuestro cariño y esta cancioncita
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=dkI-liTp_OI