Dudo unos instantes. El Hombre está sentado frente a la computadora, acabo de pedirle que ordene alrededor.
-¿En música? Sí.
-Es un signo que se coloca al principio del pentagrama y marca el tono de toda la partitura.
-...
-Su tono -el suyo- suele ser de demanda quejosa.
La analogía mueve algo dentro mío. Al decir de una compañera, nosotros somos los músicos que no tocamos ningún instrumento.
"Der Ton macht die Musik", me lo han reprochado más de una vez. Ufa.
ResponderEliminarNo es fácil aceptar las críticas, es todo un tema. Será porque uno ya se considera un producto acabado, que debería venir sin fallas (la ingenuidad es infantil, la rebeldía es adolescente, la fatiga es cosa de viejos... nosotros somos perfectos).
ResponderEliminarEstá bueno que a uno le marquen estas cosas, a veces pensamos que hacemos uso de la ironía fina y es más bien un sarcasmo corrosivo.
Es decir, creemos tocar un tilín en un triángulo y en realidad estamos batiendo el parche de un timbal.
Menos dominantes y mas bemoles podría ser esa clave esperada?
ResponderEliminarMenos dominantes y menos bemoles. Aburrida, de tan santa.
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