What Not to Wear (¡No te lo pongas! en español) es un reality show del Reino Unido. La versión norteamericana es presentada por Clinton Kelly y Stacy London. Básicamente el programa consiste en elegir a una "mal vestida", mostrarle un video filmado en secreto sobre su total falta de elegancia y regalarle un vale por 5.000 dólares para que renueve su guardarropas, además de una sesión de peluquería y otra de maquillaje. A cambio debe renunciar a su ropa (¡a toda o casi toda!) y atenerse a las reglas de los conductores al ir de compras, a saber:
-encontrar y respetar su talla
-conseguir un buen sostén
-marcar su cintura (con un cinturón, con trucos visuales)
-buscar una silueta de reloj de arena
-cambiar remera por camisa y buzo por chaqueta o blazer
-decirle no a cualquier pantalón con elástico en la cintura (dice tengo pereza, dice no tengo tiempo, dice soy triste)
-decirle sí al color, los estampados, el brillo y las texturas
-decirle sí a los jeans rectos, un básico que va con todo
-decirle sí a los zapatos con tacos de vértigo
-decirle sí a los accesorios
Luego viene la sesión con el peinador estilista, color y corte, y el encuentro con la maquilladora para resaltar sus rasgos. La mujer se presenta entonces con su nuevo look ante familia y amigos, no pocos lagrimean emocionados. Las elegidas suelen ser mamás ocupadas, profesionales que se dedican por entero a su carrera, mujeres disconformes con su cuerpo, viudas que nunca más consiguieron una cita. Se ocultan tras sudaderas, joggings, vestidos enormes como camisones, pelos tipo cortina. Algunas, por el contrario, muestran piel en demasía, lo que atrae el tipo de atención que en realidad no desean. Muchas buscan verse más profesionales, tener un look que les permita conseguir ese cambio de empleo (o ascenso) de inmediato.
Es un programa entretenido y creíble, algunas de las transformaciones son realmente asombrosas. Pero ayer, tras verlo por enésima vez, se me ocurrió que la transformación no está dada tanto por la ropa, el maquillaje o el cambio en el pelo. Es más bien interna, de adentro hacia afuera. La mujer renovada se planta de otra forma, se ve feliz, siente que puede conquistar al mundo. Si esa misma mujer hubiese enfrentado desde un principio a la cámara con una sonrisa ancha y la espalda derecha, la habríamos encontrado hermosa sin necesidad de cambio alguno. Si se supiese bonita y sensual no pasaría desapercibida, aún en su cómodo jogging de entrecasa.
¡No te lo pongas! Discovery home&health, a las 18 hs.
estimada
ResponderEliminarHe sido una seguidora del programa que mencionás durante un tiempo. Por la misma razón que muchas: porque mirando los cambios de otras, me puedo tomar algunos consejos para mí.
Despùes de un tiempo, he dejado de ver el programa proqeu llegué a una conclusión similar sobre los criterios que se repetían en todos los casos. porque comparto tus criterios. Al identificarlos, ver el programa empieza a tornarse un poco repetitivo.
Leyendo tu comentario final me permito matizar un poco.
Si: es verdad que la actitud interior es lo que cuenta.
Pero también es verdad que lo que nosotras vemos de nosotras mismas y lo que los demás ven, es lo de afuera.
Más bien la conclusión a la que arribé es que las dos cosas son importantes. Esos criterios ayudan para no estar tan dependiente de modas circunstanciales que no siempre nos sientan bien... Pero tambien... ayudan a elegir y a verse elegante. Que es verdad que resulta agradable al vernos reflejadas en el espejo con algo que nos siente y que es adecuado a la edad. Y sentirnos asi en la escuela,la facultad,los ámbitos laborales.. ¡está bueno!